Adorable dependencia

Hoy hemos ido a jugar a la playa para aprovechar un día con un precioso sol...sol solet (sol-solsito) como le dice mi hija Laura. Hemos estado muy bien , ella disfrutó un montón...claro que los mocos propios de un resfrío invernal no la dejaban dsifrutar de sus juegos, pero su cara de felicidad demostraba que estaba muy a gusto y contenta de estar con sus padres.
Mirándola sentada en la playa, pensaba en lo grande que estaba mi hija y lo independiente que se había hecho, tema que en los primeros años de su vida me complicaba y alguna veces me angustiaba...si!!! DEPENDENCIA, el hecho de perder mi absoluta libertad y de tener a una personita indefensa y hermosa dependiendo todo el día de mi, yo decía "me siento con una tercera pierna".

Al comienzo fue difícil acostumbrarme a esta situación, sobre todo si yo en mi vida siempre había sido muy individualista e independiente... y un día ¡ostras! me encontré en una situación nueva de la que nadie me había explicado.En los cursos de pre mamá no te hablan de este tipo de sentimientos y tú no te lo cuestionas porque no te lo imaginas...mi madre por supuesto tampoco lo mencionó...obvio, para ella en su tiempo no fue tema.
Para mí si!!!...con el paso de los días, me fui adaptando a esta nueva situación y conociendo a esa nueva personita. Con el tiempo me fui reconociendo como una buena madre aunque sintiera aveces agobios y miedos, pero sobre todo que era humana, que tenía que aprender (gran palabra).
Ahora adoro esa dependencia...me encanta saber que a raiz de ella creció nuestro vínculo y nuestra relación se hizo más estrecha...adoro recordar esos días, aveces con nostalgia, pero sí con mucho orgullo. Me encanta saber que pude canalizar y aprender de la oportunidad que me daba la vida. Me gusta saber que es necesaria esa dependencia para crear un cimiento emocional que el día de mañana hará de Laura una persona autónoma e independiente. Paradójico no?